CUATRO PALABRAS QUE HACEN QUE NUESTRA VIDA VALGA LA PENA
28-06-2010 Por Jim Rohn
A lo largo de los años mientras buscaba ideas, principios y estrategias para afrontar los retos de la vida, me he encontrado con cuatro sencillas palabras que pueden hacer que la vida valga la pena.
Para empezar, para que la vida valga la pena debe APRENDER. Lo que ignora SI le hará daño. Aprender es fundamental para nuestra existencia y no digamos ya para alcanzar el éxito. La vida vale la pena si aprende de sus propias experiencias ya sean negativas o positivas. Aprendemos a hacer las cosas correctamente haciéndolas mal en ocasiones. Llamamos a esto un positivo-negativo. Asimismo aprendemos de las experiencias de los demás, ya sean positivas o negativas. Siempre he dicho que es una lástima que los fracasados no impartan seminarios, cosa que no hacen obviamente porque no querríamos pagarles. Pero esa información sería muy valiosa – aprenderíamos cómo alguien que lo tenía todo pudo fastidiarla. Aprender de las experiencias y errores de los demás es una información que no tiene precio, ya que nos muestra lo que no debemos hacer aunque sin el dolor que produce haberlo intentado y haber fallado.
Aprendemos de lo que vemos, así que prestemos atención. Aprendemos de lo que oímos, así que hay que saber escuchar. Yo sugiero que sea un oyente selectivo, no deje entrar cualquier cosa en el procesador de su mente. Aprendemos de lo que leemos, así que leamos de todas las fuentes; aprendamos de las conferencias; aprendamos de las canciones; aprendamos de los sermones; aprendamos de las conversaciones con la gente comprometida. Siga aprendiendo siempre.
En segundo lugar, para que la vida valga la pena debe INTENTARLO. Una vez haya aprendido; tiene que intentarlo para comprobar si es capaz de hacerlo. Intente alcanzar la diferencia, intente obtener progresos, intente aprender nuevas habilidades, intente aprender otro deporte. Seguramente no podrá hacerlo todo, pero hay muchas cosas que sí podrá hacer simplemente si lo intenta. Ponga lo mejor de si, inténtelo con toda sus fuerzas. ¿Por qué no poner toda la carne al asador?
En tercer lugar, para que la vida valga la pena debe PERSEVERAR, desde la primavera hasta la cosecha. No importa si se ha comprometido únicamente por un día, por todo el partido o por todo un proyecto. A veces cuando la desgracia nos alcanza, nos parece que lo mejor es abandonar. Y aunque sería el fin, no debe abandonar a mitad. Puede que con el siguiente proyecto alcance el éxito, pero si se ha comprometido con este debe perseverar.
Finalmente, para que la vida valga la pena debe COMPROMETERSE. Si se compromete obtendrá resultados, y si lo hace lo suficiente los resultados serán increíbles. Debe comprometerse para marcar la diferencia. Debe comprometerse para arrancar un nuevo negocio. Debe comprometerse para cambiar el mundo. Debe comprometerse para ser el mejor en tu profesión. Debe comprometerse para lograr un record. Debe comprometerse para ganar.
Cuatro palabras poderosas: aprender, intentarlo, perseverar y comprometerse. ¿Cómo podría cambiar su vida si pusiera estas cuatro palabras en acción?
Por nuestro éxito,
Jim Rohn
A lo largo de los años mientras buscaba ideas, principios y estrategias para afrontar los retos de la vida, me he encontrado con cuatro sencillas palabras que pueden hacer que la vida valga la pena.
Para empezar, para que la vida valga la pena debe APRENDER. Lo que ignora SI le hará daño. Aprender es fundamental para nuestra existencia y no digamos ya para alcanzar el éxito. La vida vale la pena si aprende de sus propias experiencias ya sean negativas o positivas. Aprendemos a hacer las cosas correctamente haciéndolas mal en ocasiones. Llamamos a esto un positivo-negativo. Asimismo aprendemos de las experiencias de los demás, ya sean positivas o negativas. Siempre he dicho que es una lástima que los fracasados no impartan seminarios, cosa que no hacen obviamente porque no querríamos pagarles. Pero esa información sería muy valiosa – aprenderíamos cómo alguien que lo tenía todo pudo fastidiarla. Aprender de las experiencias y errores de los demás es una información que no tiene precio, ya que nos muestra lo que no debemos hacer aunque sin el dolor que produce haberlo intentado y haber fallado.
Aprendemos de lo que vemos, así que prestemos atención. Aprendemos de lo que oímos, así que hay que saber escuchar. Yo sugiero que sea un oyente selectivo, no deje entrar cualquier cosa en el procesador de su mente. Aprendemos de lo que leemos, así que leamos de todas las fuentes; aprendamos de las conferencias; aprendamos de las canciones; aprendamos de los sermones; aprendamos de las conversaciones con la gente comprometida. Siga aprendiendo siempre.
En segundo lugar, para que la vida valga la pena debe INTENTARLO. Una vez haya aprendido; tiene que intentarlo para comprobar si es capaz de hacerlo. Intente alcanzar la diferencia, intente obtener progresos, intente aprender nuevas habilidades, intente aprender otro deporte. Seguramente no podrá hacerlo todo, pero hay muchas cosas que sí podrá hacer simplemente si lo intenta. Ponga lo mejor de si, inténtelo con toda sus fuerzas. ¿Por qué no poner toda la carne al asador?
En tercer lugar, para que la vida valga la pena debe PERSEVERAR, desde la primavera hasta la cosecha. No importa si se ha comprometido únicamente por un día, por todo el partido o por todo un proyecto. A veces cuando la desgracia nos alcanza, nos parece que lo mejor es abandonar. Y aunque sería el fin, no debe abandonar a mitad. Puede que con el siguiente proyecto alcance el éxito, pero si se ha comprometido con este debe perseverar.
Finalmente, para que la vida valga la pena debe COMPROMETERSE. Si se compromete obtendrá resultados, y si lo hace lo suficiente los resultados serán increíbles. Debe comprometerse para marcar la diferencia. Debe comprometerse para arrancar un nuevo negocio. Debe comprometerse para cambiar el mundo. Debe comprometerse para ser el mejor en tu profesión. Debe comprometerse para lograr un record. Debe comprometerse para ganar.
Cuatro palabras poderosas: aprender, intentarlo, perseverar y comprometerse. ¿Cómo podría cambiar su vida si pusiera estas cuatro palabras en acción?
Por nuestro éxito,
Jim Rohn
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