CÓMO COMBATIR EL DOLOR DE RODILLAS
No nos acordamos de ellas hasta que un súbito dolor o un chasquido nos indica que las estamos sometiendo a un esfuerzo que, probablemente no puedan soportar.
PROBLEMAS MÁS HABITUALES
Son muchos los problemas que pueden afectar a las rodillas.
Tendinitis
También conocida como “la rodilla del saltador” o tendinitis rotuliana, es la inflamación del tendón rotuliano, generalmente como consecuencia de una sobrecarga.
Síntomas: Produce dolor e hinchazón en la parte inferior de la rotula, sobre todo cuando se flexiona la rodilla al correr, saltar, subir escaleras, etc.
Esguince
Es la lesión de uno o más ligamentos de la rodilla producida por una torsión de la articulación a consecuencia de una caída, un golpe, etc.
Síntomas: La lesión produce dolor, inflamación y hematomas.
Bursitis
Se trata de la inflamación de una bursa, una bolsa que contiene líquido y que actúa como amortiguador de la zona que se encuentra entre el tendón y el hueso. Suele afectar a las personas que pasan mucho tiempo arrodilladas.
Síntomas: Hinchazón, enrojecimiento, dolor, rigidez.
Lesiones de menisco
Están causadas por un giro brusco de la rodilla (el cuerpo gira mientras el pie permanece en el suelo). Son frecuentes en la práctica del fútbol o bien cuando nos levantamos después de haber estado de cuclillas.
Síntomas: Cuando se produce la lesión, se siente un chasquido y un dolor intenso. La rodilla queda bloqueada.
Artrosis
Al ser una articulación de carga, la rodilla es una de las zonas donde antes aparece la artrosis, es decir, el desgaste de los huesos debido al uso.
Síntomas: Se trata de un dolor que mejora con el reposo y que, al principio, aparece sólo al inicio de los movimientos (por ejemplo, al levantarse de las silla) desapareciendo poco después.
CÓMO PREVENIR LAS MOLESTIAS
Estos consejos te ayudarán a prevenir lesiones y a reducir el desgaste de ésta articulación.
Evita el sobrepeso. Una de las funciones más importantes de las rodillas es aguantar el peso del cuerpo. Si ese peso es excesivo, los cartílagos y los meniscos pueden verse afectados.
No abusar de las escaleras. Subir y bajar escaleras es un ejercicio que, si se realiza con demasiada frecuencia, puede desgastar prematuramente la rótula. Lo mismo se puede decir de la práctica de “steps” o de ejercicios de gimnasia como las “sentadillas”
Fortalecer la musculatura. Los músculos de la cara interior del muslo y el cuadriceps sustentan los huesos que conforman la rodilla y les proporciona una mayor estabilidad. Para reforzar estos músculos, es conveniente realizar ejercicios específicos.
No permanecer mucho tiempo de pie ni sentado. Al estar de pie, la rodilla soporta una cantidad de peso excesiva. Tampoco es conveniente el sedentarismo ya que, si no se mueve la articulación, ésta acaba por atrofiarse. Si tu trabajo es sedentario, es conveniente, que estires las piernas de vez en cuando.
Hacer ejercicio. Caminar a diario (llevando un calzado adecuado), es el mejor ejercicio para tus rodillas. También se puede practicar bicicleta, golf, tenis sobre pista blanda y natación. No olvides, sin embargo, calentar y estirar los músculos antes de las sesiones deportivas.
CÓMO ALIVIAR EL DOLOR
Si la lesión no es muy importante, estas medidas generales te ayudarán a combatir las molestias.
Hacer reposo. Ante un ataque de dolor agudo, se aconseja reposar la articulación, al menos mientras duren las molestias. Es conveniente apoyar la articulación afectada en un almohada o similar para mantenerla en alto, sobre todo durante la noche.
Aplicar hielo. Se puede colocar una bolsa de hielo directamente sobre la rodilla, durante un máximo de cinco minutos, unas cinco veces al día.
Compresión. También puede resultar útil colocar un vendaje compresivo.
Fármacos. Si el dolor no remite, se puede tomar analgésicos y antiinflamatorios (siempre siguiendo el consejo del médico).
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