sábado, 16 de abril de 2011

 CUIDADO CON LOS LADRONES DE SUEÑOS

 Por Dr. Denis Waitley

Aunque lo que de verdad importa es su propia estimación sobre cómo progresa hacia las metas que se ha fijado, es posible que necesite de vez en cuando pedir una segunda opinión. Asegúrese de consultar con personas realmente comprometidas con su éxito. No pregunte a esos amigos de conveniencia, ni a sus competidores, ni a ninguna persona que no se preocupe de verdad por sus intereses. La neutralidad tampoco nos sirve. Busque apoyo en las personas que aún estando de su parte, pueden ser objetivas y honestas.
Vengo observando una y otra vez cómo se confirma el dicho de que a la desgracia no le gusta estar sola. La envidia hace a las personas muy desgraciadas. Supere los triunfos de las personas de su círculo social o de sus colegas, y lo perseguirán los dardos y flechas de todos aquellos que quisieran verlo de nuevo en el punto de partida. Debe prescindir de los comentarios desdeñosos y maliciosos. Déjelos pasar y alejarse de usted. No los interiorice.
Preste atención únicamente a las personas que compartan sus metas o que trabajen activamente a su lado para conseguir las suyas. La motivación y los miedos van por dentro. Fíjese en los demás. Ese amigo de conveniencia tan simpático que lo apoya y lo consuela cuando está deprimido, cuando más lo quiere es entonces: cuando está deprimido y depende de él.
Al final usted es el único responsable de su vida. Sólo a usted se le pueden pedir cuentas de sus actos. Por lo tanto, sus opiniones y expectativas sobre si mismo son más importantes que las de ningún otro. Por ello, asegúrese de que en su interior son ellas las que dominan a las demás, y si necesitase consultar con otras personas, piense bien antes de escoger.
Igualmente importante es estar preparado para vender sus ideas en un mundo indiferente a ellas. Cada vez que se enfrente con una venta encontrará tanta resistencia hacia sus productos y servicios como pasión transmite conociendo sus beneficios positivos y substanciales sobre la vida de las personas.
Lo que le interesa a la gente son sus propios sueños y metas. Les resulta difícil creer que usted ha encontrado un camino mejor para alcanzarlos. Se muestran suspicaces y cautelosos cuando alguien intenta venderles algo o cambiar sus formas de pensar. En lugar de permitir que otros le roben sus sueños, pregunte y averigüe cuáles son los suyos antes de empezar con un discurso. La gente compra primero lo que desea, y después lo que necesita. Averigüe qué es lo que les gusta. Puede que no sea lo mismo que a usted. ¡Ayudando a otros a obtener lo que desean, usted también podrá conseguirlo!


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