sábado, 9 de abril de 2011

INCONTINENCIA

Una de cada cinco mujeres sufre un episodio de pérdida involuntaria de orina a lo largo de su vida. La edad, los embarazos y cierta predisposición física pueden debilitar los músculos pélvicos, provocando la aparición de este trastorno. La prevención es la clave para evitarlo.
No sólo resulta molesta, sino que también puede afectar la autoestima de quien la sufre. Por esta razón, muchas mujeres con problemas de incontinencia, no se atreven a consultar al médico, lo que es un error, ya que, en el 90% de los casos, este trastorno puede combatirse con éxito.

FACTORES DE RIESGO
El denominado suelo pélvico es un conjunto de músculos situados entre los glúteos, la pelvis y los muslos que, a modo de hamaca, permiten que órganos como la vejiga, el útero y el recto se mantengan en su lugar. Con la edad o debido a determinadas circunstancias, este sostén se debilita, produciéndose la caída de estos órganos. Cuando afecta la vejiga, aparecen los problemas de incontinencia. Si bien es cierto que hay mujeres más predispuestas que otras (2 de cada 10 mujeres tienen estos músculos más frágiles de lo normal), hay una serie de circunstancias que provocan o agravan este proceso.

Trastornos de salud
Problemas ginecológicos como el prolapso uterino y la vaginitis, o urinarios, como la cistitis crónica y la uretritis, pueden favorecer su aparición, así como el estreñimiento o la tos crónica (por la presión constante que se realiza sobre los músculos).
Fármacos
Algunos medicamentos, como los diuréticos, estrógenos, antidepresivos, hipnóticos o laxantes, entre otros, pueden provocar incontinencia de urgencia. Si estás tomando alguno de ellos y tienes problemas de incontinencia, consúltalo.
Malos hábitos
El tabaquismo, el consumo elevado de bebidas irritantes (como la cafeína, el té negro y el alcolhol), la ingesta excesiva de líquidos, no acudir al baño cuando se tiene necesidad y vestir prendas muy ajustadas acentúan todavía más el problema.
Edad
A medida que va pasando el tiempo, los músculos de todo el cuerpo van perdiendo tono, incluidos lo que conforman el suelo pélvico. La llegada de la menopausia suele acelerar este proceso. Esto no quiere decir, sin embargo, que las mujeres jóvenes no puedan sufrir incontinencia.
Embarazo
Conforme el feto va creciendo, los músculos de la pelvis deben aguantar cada vez más peso, debilitándose su estructura y aumentando el riesgo a sufrir esta dolencia. Cuantos más hijos se hayan tenido, mayores son las posibilidades.
Deporte
Practicando de forma incorrecta o excesiva, el ejercicio físico puede resultar muy contraproducente. Los deportes más perjudiciales son aquellos que obligan a realizar saltos o forzar la zona abdominal, como el aeróbic, los “stops” o los ejercicios abdominales.
Sobrepeso y obesidad
El exceso de Kilos hace que los músculos de la pelvis deban soportar un peso superior al que pueden permitirse.

NO TODOS LOS CASOS SON IGUALES
Dependiendo de los síntomas y de la causa que los produce, la incontinencia puede dividirse en los siguientes tipos:

De esfuerzo
Las pérdidas se producen al toser, reírse, levantar peso, etc. Es la incontinencia más frecuente y aparece por el debilitamiento de los músculos de la pelvis como consecuencia de la obesidad, los embarazos, el estreñimiento, etc.
De urgencia
Las ganas de orinar son frecuentes e imperiosas, por lo que, muchas veces, los escapes se producen antes de poder acudir al baño. Suele ser la consecuencia de la irritación crónica de la vejiga por haber sufrido infecciones urinarias recurrentes, deficiencia de estrógenos, diabetes...También se le llama síndrome de vejiga hiperactiva.
Mixta
En este caso, tienen lugar las dos sintomatologías: la orina se escapa al realizar esfuerzos, además de aparecer de forma urgente.
Otras
Las incontinencias por obstrucción, por rebosamiento, etc., son mucho menos frecuentes y están ligadas a enfermedades como obstrucciones, lesiones neurológicas, etc.

QUÉ HACER CUANDO APARECE
En cuanto se noten los primeros síntomas, es necesario acudir al especialista para que prescriba el tratamiento más adecuado en cada caso. 

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